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A-24

Nikolaos Mijaloliakos, líder de Amanecer Dorado: “Queremos una Europa diferente y que Rusia forme parte de ella”

por A-24, em 17.01.14
Alerta Digital


VR.- Reproducimos la entrevista exclusiva hecha por la radio ‘La voz de Rusia’ al líder de Amanecer Dorado,Nikolaos Mijaloliakos, aún en prisión preventiva por alentar los actos de violencia pese a la inexistencia de pruebas en su contra. Nijaloliahos habla sobre la creciente popularidad del movimiento nacionalista, la persecución política que han sufrido sus miembros, la importancia geopolítica de Rusia para Grecia, y sobre todo, de Europa.



-Tras la detención de los líderes de Amanecer Dorado, ¿ha sentido el apoyo de los electores?

Sí, la solidaridad con nuestro partido aumentó, lo que se confirma a través de las encuestas y los sondeos políticos divulgados por los medios de comunicación griegos. El pueblo se opuso al lavado de cerebro de los medios de comunicación controlados por el Estado vendido al extranjero.

-¿La persecución contra su partido tiene una motivación política?

Sí, tiene motivaciones meramente políticas. No hay prueba alguna que pueda confirmar los cargos formulados contra nuestro partido. No fue casualidad que mi detención y el proceso se realizaron cuando el primer ministro se encontraba de visita en Estados Unidos, hablando entre otras cosas, del futuro de Amanecer Dorado. En una entrevista televisiva, confesó haber autorizado la detención de los líderes del partido.

-¿Cuáles son las perspectivas de un proceso criminal contra usted y sus colegas?

Si la justicia tiene la posibilidad de deliberar sobre la base de las pruebas existentes, estaremos absueltos. Si la justicia es idéntica a la de la era soviética estalinista, todo puede suceder. Sin embargo, hoy en día no se ha presentado prueba alguna de que Amanecer Dorado, un partido legal y parlamentario, sea una organización criminal. En todo caso, se trata de una persecución política.

-Una parte de los medios de comunicación griegos y muchos medios de comunicación occidentales acusan a su partido de neonazi. ¿Está de acuerdo con esta definición?

Categóricamente no, no estoy de acuerdo. Amanecer Dorado es un movimiento nacionalista y anti-capitalista, que se opone abiertamente al protectorado del imperialismo anglosajón. Esto es lo que no pueden perdonarnos. La fraseología sobre el nazismo o neonazismo acabó en 1945. Lo evidente es que los principales medios de comunicación en los Estados Unidos e Inglaterra han desatado una campaña de calumnias contra nuestro partido.

-Los líderes europeos están preocupados por el hecho de que en las elecciones del Parlamento Europeo, los partidos euroescépticos podrían obtener aproximadamente un 30% de los votos. ¿Cómo valora las posibilidades de Amanecer Dorado en las elecciones europeas del 2014?

La mayoría de los europeos han despertado del sueño y no quieren ver a Europa sumisa a la política de Estados Unidos. Los escépticos se muestran en contra de una Europa así. Queremos vivir en una Europa diferente, donde por cierto, Rusia pueda formar parte. Por el número de votos, Amanecer Dorado puede llegar a ocupar la segunda posición, o incluso la primera. Es por eso que me encerraron.

-¿Quiere decir que hay una conexión directa entre el proceso y las próximas elecciones al Parlamento Europeo?

Sin duda existe tal conexión. También existe una relación con las elecciones locales. El índice de popularidad de nuestro partido va en aumento, razón por la que se tomó la decisión de marginarnos, y ponernos fuera de la ley. Por primera vez en la historia griega se está librando una lucha violenta contra un adversario político.

-En opinión del líder del Partido de la Independencia de Reino Unido (UKIP), Nigel Farage, Grecia “fue puesta en el altar de la moneda única europea, mientras el FMI respaldó su dinero como un golpe en contra del pueblo griego”. ¿Acepta ese argumento?

Estoy de acuerdo, sí. Estoy totalmente de acuerdo. Lo que se produjo en nuestro país puede ser descrito como un golpe que ocasionó graves consecuencias económicas.

-¿Es cierto que, en el apogeo de la crisis económica, las acciones del FMI, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo han contribuido al aumento de la popularidad de Amanecer Dorado?

Sí, todo ello ha contribuido al crecimiento de la popularidad de Amanecer Dorado, que se manifiesta en contra de los efectos negativos del FMI y de otras fuerzas externas que tratan de explotar nuestra economía nacional.

-En los últimos años, muchos políticos y economistas han recomendado la salida del euro y el retorno a la antigua moneda nacional – el dracma – para garantizar la recuperación económica. ¿Por qué el gobierno no quiere renunciar al euro?

Nuestros objetivos ideológicos y políticos son la rehabilitación de la moneda nacional que, hasta cierto punto, simboliza la libertad nacional. Pero a fin de renunciar al euro, Europa tendrá que pagar una indemnización, visto que nuestras infraestructuras económicas fundamentales fueron destruidas en favor del euro.

-¿Cómo se encuentran las relaciones actuales y futuras entre Grecia y Rusia?

Las relaciones bilaterales han sido fuertes en términos históricos y geopolíticos. Rusia y Grecia son aliados naturales. Grecia podría asegurar la salida de Rusia a los mares cálidos, mientras que Rusia podría cuidar de la seguridad nacional de Grecia. Pero en las últimas décadas, el poder político griego ha actuado en sentido contrario, tras haberse convertido en un protectorado de los Estados Unidos y sus aliados plutócratas en Europa.

-¿Qué futuro tendrá Grecia a corto plazo? ¿Cómo será el país en el 2014?

Está claro que el 2014 será un año difícil para el pueblo griego. Grecia no se desarrollará, mientras que la pobreza y el desempleo aumentarán. Sin embargo, Grecia es un país rico que se encuentra en una zona de importancia estratégica. Si fuera libre e independiente, tendría un futuro brillante. Pero para eso hay que poner fin a la protección de los extranjeros. Grecia debe tener un aliado con intereses comunes, como Rusia, con la que estamos unidos no sólo por intereses geopolíticos, sino, ante todo, por la fe cristiana ortodoxa. En conclusión, deseo transmitir mi saludo fraterno a la nación rusa, que con su ayuda los griegos finalmente obtuvieron su independencia en 1829

El sacerdote Jesús Calvo acusa a Caritas de ayudar a los que “intentarán pisarnos el cuello el día que puedan”

por A-24, em 15.01.14

Alerta Digital


CK.- “En mis parroquias hace años que no hago colectas de Caritas porque se ha convertido en una ONG. Dan a todo el mundo simplemente por ser humanos, aunque no aporten nada y aunque nos intenten pisar el cuello el día que puedan”. Así se pronunció el párroco de León, Jesús Calvo, en su entrevista del pasado jueves en el programa ‘La Ratonera’ al ser preguntado sobre el hecho de que muchos de los subsaharianos autores de los gravísmos incicentes del pasado fin de semana en un pueblo de la provincia de Jaén estuvieran siendo alimentados y asesorados legalmente por Caritas y otras organizaciones católicas.


Añadió sobre esta cuestión: “Nosotros sabemos lo que la caridad. Ellos no la tienen. ¿Por qué no montan ellos su propia Caritas?”, se preguntó el párroco leonés.
Fiel a su compromiso ético con la tradición católica, lo que le lleva a mostrarse extremadamente crítico con quienes se alejan de ella, trátese de la curia española o del mismísimo Papa, Jesús Calvo desgranó, con su contundencia conocida, algunos asuntos de la actualidad relacionados con la Iglesia y la situación política.

“Populista para la gente inculta”

Durante su intervención en el espacio televisivo dirigido y conducido por Armando Robles, el cura castellano-leonés calificó al Papa Francisco como un “populista para la gente inculta” y acusó a la jerarquía católica de desviarse de su compromiso con la verdad revelada por Jesucristo. “Nunca dicen que quien no está conmigo está contra mí o que no se puede estar sirviendo a dos señores”, señaló.
Por otra parte, el Padre Calvo alertó acerca de “la descristianización que está sufriendo Cataluña” y de la “pérdida de credibilidad y de devotos” de la Iglesia catalana. “No sé por qué ha habido tanto fanatismo por parte del clero catalán al hacerse eco de lo que defienden los independentistas. ¿Qué vocación tienen y para qué están? Nunca están para predicar a Dios y la vida sobrenatural, dedicada a la santificación de las almas y a darnos el sentido pleno de la vida. Lo otro no es incumbencia nuestra y hacemos el ridículo”, declaró.
También dijo que la “decadencia moral” que padece la sociedad española “es la causa de todas las demás crisis”. “Ante esta decadencia moral nos estamos quedando solo con el antropocenmtirmso, que es el peligro y el problema que nos ha traído el Concilio Vaticano II y que considera al hombre como el centro de todo. Antes fue el teocentrismo, que situaba a Dios en el centro de todo. Luego, cuando se descubrió que la tierra era redonda, vino el geocentrismo, que nos consideraba el ombligo del universo y ahora hemos acabado en el antropocentrismo, de tal modo que si antes Dios se hizo hombre, ahora el hombre pretende hacerse Dios”.
Al ser preguntado sobre los curas de origen sudamericano que están llegando a España fruto de la falta de vocaciones autóctonas, el Padre Calvo lamentó que el Concilio Vatiocano II pusiera fin al rigor de “de la teología dogmática”. “La formación que reciben los curas ya no es la misma. El reglamento de los seminarios tampoco es el mismo. Pío XII, antes de ser Papa, defendió la creación de seminarios para la formasción de los jóvenes que viniesen de fuera. Se rieron de él y nuestro tiempo le ha dado la razón”.

Zerolo y la pena capital

Especialmente controvertidas fueron las palabras del Padre Calvo sobre el cáncer que padece el dirigente socialista Pedro Zerolo y que están siendo reproducidas por numerosos medios informativos españoles en las últimas horas: “Una cosa es lo personal y otra condenar el pecado. En la misma teología se sabe que el pecado tiene su sanción, su castigo. No me extrañaría nada que la enfermedad de Zerolo fuese también un efecto de la Divina Providencia, que intenta ejemplarizar con los que se ríen de la virtud”, manifestó.
Por último, el sacerdote leonés aseguró que “hay mucha basura social” y defendió la vigencia de la pena capital por ser, dijo, “doctrina católica”. Y apostilló: “Habría que eliminar a mucha gentuza que está haciendo la vida imposible a los inocentes”.

o que a direita e o cds devem a paulo portas

por A-24, em 14.01.14
Rui A. in Blasfémias


Agora que terminou o congresso do CDS e se começa a falar, entre membros do partido e na comunicação social, na sucessão de Paulo Portas e na existência de duas oposições, uma declarada e outra silenciosa, à sua liderança, é conveniente tratar do tema com alguma cautela, para se não cair no ridículo. Dito de outro modo, o CDS e a direita devem esforçar-se por perceber o que são e quem é Paulo Portas e o que lhe devem, independentemente de gostarem muito, pouco ou nada dele.

E Paulo Portas foi o único verdadeiro líder que a direita teve nos quarenta anos que já leva o regime democrático, e quem verdadeiramente fundou o único partido que declaradamente lhe pertence. Entendamo-nos: os fundadores do primeiro CDS não foram Freitas do Amaral nem Adelino Amaro da Costa, mas, como pode ler-se no primeiro volume das memórias de Freitas do Amaral, a ala esquerdista do MFA, que precisava de um partido de “direita ordeira” e, sobretudo, indiferente ao destino do Ultramar, para credibilizar internacionalmente o novo regime e concretizar os objetivos de descolonização imediata das antigas colónias. A caminho da reunião agendada com os militares, conta Freitas do Amaral, ele e Adelino Amaro da Costa não sabiam ao que iam. Chegaram mesmo a pensar que seriam presos. Pedir-lhes que fundassem um partido é que não lhes passava pela cabeça. Quando Amaro da Costa, que ainda imprimiu ao partido algum dinamismo e coerência, faleceu, o CDS desapareceu pelo ralo do regime, e todos, ou quase todos, os seus “fundadores” abandonaram a política ou foram a correr para o PS, com o qual claramente se identificavam. A experiência da liderança de Lucas Pires foi um fogo-fátuo inconsequente. Apesar das suas notáveis qualidades intelectuais e tribunícias, Lucas Pires não era um líder partidário e iniciara já, por essa altura, um caminho de afastamento muito crítico em relação à direita.

Foi, assim, Paulo Portas quem refundou a direita do regime, ou, se preferirem, quem verdadeiramente a criou. Primeiro, lançando um jornal político de excelência – O Independente – que trouxe ao país um conjunto de novas ideias de fácil manejamento e divulgação (as dúvidas sobre o europeísmo, a defesa de princípios conservadores, a apologia da economia de mercado, etc.), um sem número de opinion makers de grande nível e um grupo de colaboradores com os quais ele futuramente municiaria as estruturas dirigentes do CDS. Depois, tomando conta de um partido deixado moribundo por Freitas do Amaral, fazendo-o, numa fase inicial de transição, pela interposta pessoa de Manuel Monteiro, que nunca percebeu o seu papel verdadeiro em todo este filme

Passando por inúmeros episódios em que a sua morte política foi certificada, por sondagens que lhe chegaram a dar, a poucos meses de eleições, menos do que 2% das intenções de voto, Paulo Portas levou o CDS duas vezes para o governo, onde ainda permanece e do qual dificilmente sairá nos próximos anos. Conquistou posições em todo o aparelho do regime, nas autarquias e em todos os centros de poder nacional. Em termos eleitorais, o que tem valido ao partido é a sua cara. Na verdade, o CDS não tem outro discurso que não seja o seu, nem ninguém que o protagonize. A ilusão que o Dr.Ribeiro e Castro acalentou, durante alguns meses, de fazer voltar o CDS às suas origens genuínas da democracia-cristã e do freitismo era uma impossibilidade material: essas origens nunca existiram.

Por conseguinte, goste-se ou não do que é o CDS, a verdade é que, em quarenta anos de regime democrático, a direita portuguesa foi incapaz de fazer melhor. E o que existe tem um autor: Paulo Portas. Enquanto ele desejar, será ele o dono do partido e da direita portuguesa. E ele não sabe fazer outra coisa senão isso.

O mito da visita de Ariel Sharon ao monte do Templo como causa da segunda Intifada

por A-24, em 14.01.14
Ariel Sharon foi um comandante militar exemplar e um político determinado em defender até às última consequências os interesses de Israel.
Relembro aqui um pequeno episódio cuja causa do que se lhe seguiu lhe foi atribuída por todos aqueles que, de todos os quadrantes, fazem constante campanha global contra o Estado de Israel e os que o defendem tenazmente. 
Antes de deixar a Presidência e numa tentativa de fazer avançar o processo de paz entre Israelitas e Palestinianos, o Presidente americano Bill Clinton fez um convite ao Primeiro-Ministro de Israel, Ehud Barak, e ao Presidente da Autoridade Palestiniana, Yasser Arafat, para uma cimeira em Camp David que teve início em 11 de Julho de 2000.
Nessa cimeira, o Primeiro-Ministro Barak fez um conjunto de concessões a Arafat que excedeu tudo o que antes tinha sido feito: a retirada de Israel de 95% da Judeia e Samaria (Margem Ocidental) e de toda a Faixa de Gaza; a criação de um Estado Palestiniano nesses territórios; o desmantelamento de aldeamentos isolados na Judeia e Samaria e a transferência desse território para a Autoridade Palestiniana; o controlo palestiniano sobre Jerusalém Oriental incluíndo a maior parte da Cidade Velha e a “soberania religiosa” sobre o Monte do Templo. Em troca Arafat tinha que declarar o fim do conflito e concordar em não fazer mais exigências a Israel no futuro. Mas, para espanto de todos, incluindo os mediadores americanos, Arafat recusou a proposta, continuou a insistir na exigência do “direito de regresso” dos refugiados palestinianos a Israel, escolhendo não negociar nem fazer qualquer contra-proposta e abandonou a cimeira. A cimeira terminou a 25 de Julho sem que tivesse sido alcançado qualquer acordo. O terreno estava preparado para os acontecimentos que se sucederam a partir de Setembro de 2000.
A 27 de Setembro de 2000, a explosão de uma bomba colocada junto à estrada perto de Netzarim na Faixa de Gaza, matou o sargento israelita David Biri. No dia seguinte, na cidade de Kalkilya, na Judeia e Samaria, numa patrulha conjunta composta por um polícia palestiniano e por um polícia israelita, o polícia palestiniano abriu fogo sobre o seu colega israelita, matando-o.
Nesse mesmo dia, 28 de Setembro, Ariel Sharon, líder do Likud, fez uma visita ao Monte do Templo em Jerusalém. Esta visita foi antecipadamente divulgada e comunicada aos líderes palestinianos que a ela não se opuseram. De facto, o Ministro israelita da Segurança Interna, Shlomo Ben-Ami, contactou o chefe da Segurança Palestiniana, Jabril Rajoub, que lhe assegurou que, desde que Sharon não entrasse nas Mesquitas, não haveria problemas. Nessa conformidade, o Primeiro-Ministro Ehud Barak deu a sua autorização à visita. 
Apenas um parêntesis para notar que não deixa de ser espantoso que um israelita necessite de todo este “aparato” para visitar, no seu próprio país, o local que os israelitas mais acarinham por ser o local mais sagrado para os judeus de todo o mundo, como é o Monte do Templo em Jerusalém, situação que tem como causa primeira o ódio dos árabes aos judeus mas que, lamentavelmente, Israel ajudou a manter ao ter entregue a administração do Monte do Templo ao conselho muçulmano Waqf após a reconquista de Jerusalém em 1967.
A visita demorou 34 minutos e decorreu no período normal em que o Monte do Templo está aberto aos turistas, não tendo Sharon, sequer, entrado em qualquer das Mesquitas. No entanto, a verdade é que a visita foi usada como pretexto para o início da insurreição armada que os palestinianos levaram a cabo e que, por esse motivo, designaram de “Intifada de Al-Aqsa” – a “profanação” do local por um judeu e pelos cerca de 1.500 polícias israelitas que o acompanharam, proteção essa que só foi necessária porque o chefe da Segurança Palestiniana veio afirmar, posteriormente a ter dado o seu acordo à realização da visita, que a polícia palestiniana nada faria para evitar qualquer tipo de violência que surgisse durante a mesma.
A visita decorreu sem incidentes de maior, a não ser os protestos de cerca de 1.500 jovens palestinianos que se juntaram no local e que atiraram pedras, tendo a polícia israelita evitado na altura maiores desacatos. Estes iniciaram-se de forma orquestrada e violenta a partir do dia seguinte após as orações de sexta-feira nas mesquitas. É reveladora a entrevista que Marwan Barghouti, líder do Tanzim (organização da estrutura da Fatah) que se encontra a cumprir prisão perpétua em Israel pela sua ação terrorista, deu ao Diário de língua árabe de Londres Al-Hayat, em 29 de Setembro de 2001, admitindo o seu papel na preparação da insurreição: “Eu sabia que o final de Setembro era o último momento antes da explosão mas quando Sharon foi à Mesquita de Al-Aqsa, este tornou-se o momento mais apropriado para o início da intifada… Na noite anterior à visita de Sharon, eu participei num painel numa televisão local e aproveitei a oportunidade para apelar ao público para ir à Mesquita de Al-Aqsa na manhã seguinte pois não era possível que Sharon chegasse assim a Al-Haram al-Sharif (o nome pelo qual os muçulmanos designam o Monte do Templo) e saísse pacificamente. (…) fui a Al-Aqsa de manhã… tentámos criar confrontos mas sem sucesso por causa da diferença de opiniões que surgiram na altura com outros que se encontravam no recinto de Al-Aqsa… Depois de Sharon ter ido embora, fiquei duas horas com outras pessoas e discutimos a maneira de respondermos e como a reacção poderia ocorrer em todas as cidades e não apenas em Jerusalém. Contactámos todas as facções.” Por outro lado, Imad Falouji, Ministro das Comunicações da Autoridade Palestiniana, disse, num encontro realizado no Líbano em 3 de Março de 2001, que a violência tinha sido planeada em Julho, portanto, muito antes da visita de Sharon ao Monte do Templo. Ele afirmou: “Quem pensar que isto começou por causa da visita desprezível de Sharon a Al-Aksa está enganado. Estava planeado desde o regresso de Arafat de Camp David…” Os próprios órgãos de informação oficiais da Autoridade Palestiniana incitaram à violência pois, a 29 de Setembro, a Voz da Palestina (a rádio oficial da Autoridade Palestiniana), começou a difundir apelos a todos os palestinianos para virem defender a Mesquita de Al-Aqsa e a Autoridade Palestiniana encerrou as escolas e providenciou transporte para os estudantes se deslocarem ao Monte do Templo para participarem nos distúrbios! E a 30 de Setembro, quando centenas de israelitas se encontravam no Muro Ocidental nas orações por ocasião do Ano Novo Judaico, milhares de Árabes começaram a atirar-lhes tijolos e pedras, assim como à polícia israelita. A violência então propagou-se a cidades e vilas por todo o Israel, à Judeia e Samaria e à Faixa de Gaza.

Cristiano Ronaldo eleito o melhor jogador do Mundo em 2013; 1º português a vencer a Bola de Ouro duas vezes

por A-24, em 14.01.14
Três notas sobre o prémio de CR7: Reforça o estatuto de melhor português de sempre; Era injusto Ronaldo acabar a carreira apenas com uma Bola de Ouro; Com esta eleição vai ficar mais "leve" (acumulou demasiada pressão nos últimos tempos), o que terá 2 efeitos: aumenta as hipóteses de ganhar este prémio mais uma ou duas vezes (se não ganhasse este ano, nunca mais ganhava); e agora pode melhorar o seu futebol, é um dos 3 melhores finalizadores da história deste desporto mas perdeu alguma da magia, imprevisibilidade e até mesmo qualidade no 1 contra 1, que o caracterizava.
Cristiano Ronaldo é o vencedor da «Bola de Ouro» em 2013, sucedendo a Messi na distinção atribuída pela revista France Football em parceria com a FIFA para o melhor jogador do ano. O craque do Real Madrid, que apontou 69 golos em 2013, torna-se no primeiro português a arrecadar o troféu em duas ocasiões (já tinha sido considerado o melhor do Mundo em 2008). Franck Ribéry e Leo Messi completaram o pódio. VM - Um prémio para aquele que foi individualmente o melhor jogador de 2013 e que coloca alguma justiça na história do futebol. Não fazia sentido Ronaldo acabar a carreira com o mesmo nº de Bolas de Ouro que Nedvěd, Kaká, Figo, Owen, Shevchenko, Cannavaro, Sammer ou Papin. Apesar de que se o vencedor tivesse sido Ribéry, pelos títulos que conquistou, nada se podia apontar, mas é indiscutível que CR7 foi aquele que apresentou um nível mais elevado no último ano (69 golos em 59 jogos). Posto isto, algumas notas. É um orgulho enorme para Portugal ver alguém ser considerado o melhor do Mundo em qualquer tipo de área, não se percebe o ódio de muitos portugueses a CR7. Com esta 2ª Bola de Ouro, 1º português na história a conseguir este feito, a que junta 6 pódios entre os melhores do Mundo, apesar de ser sempre subjectivo (para muitos pode ser o Paulo Sousa), o estatuto de Ronaldo como o melhor futebolista português da história fica muito reforçado (nenhum jogador esteve sequer perto dos títulos individuais do craque do Real). Aliás, esta 2ª Bola de Ouro tem várias consequências: é notório que tira muito peso ao português, era evidente a pressão que tinha para receber este prémio, algo que agora pode permitir que se solte mais; quebra uma hegemonia de Messi que até já estava a ser prejudicial para quem aprecia este tipo de rótulos; e vai permitir a Ronaldo ter esperanças de voltar a ganhar o título de melhor do Mundo, principalmente pela convicção de que se não ganhasse este ano, numa fase em que Messi esteve em baixo e o português fartou-se de marcar, dificilmente voltava a ganhar. Sendo certo, que como Ronaldo vive de metas, temos a certeza que não vai descansar enquanto não conseguir mais 2 objectivos: vencer a Bola de Ouro pela 3ª vez, mais uma ou duas Botas de Ouro, e a Liga dos Campeões.
Visao de Mercado

Eusébio e o Panteão

por A-24, em 13.01.14
Vasco Pulido Valente

O Panteão moderno, como quase tudo que é mau, foi inventado pela Revolução Francesa e pelas pomposas trasladações do pintor David. Mas, planeado para celebrar os deuses do novo renascimento da humanidade, o Panteão começou logo a dar sarilhos. Voltaire, o primeiro que lá entrou, conseguiu uma certa unanimidade. Mas Mirabeau, o segundo, acabou por ser rapidamente retirado, quando se descobriu que trabalhava para a Corte, e recebia dinheiro por isso. Para o substituir, os Jacobinos escolheram Marat, um terrorista assassinado por um virago virtuoso, Charlotte Corday. Felizmente, também este símbolo desapareceu com a fragorosa queda de Robespierre. E dali em diante, nem o Directório nem Napoleão mostraram um interesse particular em entronizar heróis. Parece que os mortos dividiam tanto como os ricos.
Como, de resto, demonstra o nosso Panteão, onde vários Governos recolheram uma extraordinária colecção para edificar a Pátria: Almeida Garrett, Amália Rodrigues, Aquilino Ribeiro, Guerra Junqueiro, Humberto Delgado, João de Deus, Manuel Arriaga, Óscar Carmona, Sidónio Paes, Teófilo Braga. Numa palavra, alguns símbolos (menores) do anticlericalismo, da Maçonaria e da República, que, ainda por cima, muitas vezes se detestavam e se guerreavam; e no meio disto Humberto Delgado, dois ditadores e uma cantora de fados, que não se percebe como acabaram numa sociedade tão esotérica e exclusiva. Se os mortos falassem, com certeza que estes mortos não se falariam.
Como se calculará, esta conversa vem a propósito do voto da Assembleia da República, que determina o depósito de Eusébio no Panteão. Contra a qual tenho quatro ou cinco objecções. Por um lado, não me cheira que Eusébio gostasse de se ver naquela companhia. Por outro, ninguém lhe pediu autorização para esse exercício de propaganda dos políticos, que ele talvez não apreciasse. E há mais. Há que Eusébio era um génio da sua profissão e de repente (tirando Garrett e Amália) o rodeiam de uma série de mediocridades, que nunca se distinguiram por terem ajudado a humanidade ou os portugueses. Sim, senhor, Eusébio merece um Panteão. Mas não aquele. Um Panteão no estádio do Benfica, ou perto dali, que as pessoas pudessem visitar sem medo de se irritar ou contaminar. Quanto ao Panteão Nacional, do que ele precisa com urgência é de um “saneamento” sucessivo, que o aproxime um pouco da realidade.

O palhaço Cameron

por A-24, em 09.01.14
Joao Vaz

O palhaço Cameron, numa estratégia típica da direitinha globalizadora, mostra-se preocupado com a livre circulação de romenos e búlgaros no espaço europeu. O palhaço Cameron e demais sicários, numa estratégia típica e já tão velha que só a espíritos imbecis como os deles pode ainda parecer eficaz, vem apelar a medidas contra a possível invasão de imigrantes de leste. O palhaço Cameron e sua trupe de lacaios dos poderes mundialistas não tem problemas com o facto de Londres ter hoje mais não-europeus do que europeus. Nem tem problemas com a invasão islâmica, africana, asiática que subjuga a Grã-Bretanha. Mas, num acesso de populismo para idiotas, manifesta alarme com a possível vinda de europeus, cristãos, para um país moribundo e entregue aos poderes da globalização e do multiculturalismo genocidas.

Sobre Eusébio

por A-24, em 05.01.14
A chegada a Portugal, a afirmação no Benfica e no futebol mundial, as peripécias de uma carreira ímpar.


Humilde, mas sem falsas modéstias. Quando Eusébio chegou à “metrópole” e ao Benfica campeão europeu em 1961, sabia o que valia. “Não me interessa se eles são campeões europeus, vou entrar nesta equipa.” Ele era um jovem moçambicano acabado de chegar de Lourenço Marques e já metia medo aos consagrados Águas, Augusto e Coluna, os “senhores”, como os novatos da equipa lhes chamavam. “Comentávamos entre nós, quem é que vai sair? Porque o Eusébio era um jogador de excepção”, diz José Augusto. Alguém saiu e ele, Eusébio da Silva Ferreira, entrou na equipa do Benfica para se tornar uma lenda do futebol mundial. O melhor jogador português de todos os tempos que brilhou numa altura em que o futebol era diferente. Como Amália, o seu nome é sinónimo dele próprio. Não existirá mais nenhum Eusébio.

Eusébio, o “King”, Eusébio, o Pantera Negra, Eusébio, a Pérola Negra. Ele só não gostava muito que lhe chamassem Pantera Negra por causa dos Black Panthers, o partido activista negro dos EUA. Preferia que lhe chamassem King, o Rei. Foi em Wembley, esse mítico estádio que iria marcar sua carreira, que Eusébio passou a ser pantera. Foi na sua segunda internacionalização pela selecção portuguesa. Dos onze, apenas um jogador tinha nascido em Portugal continental (Cavém, algarvio) e um nos Açores (Mário Lino). Havia um jogador brasileiro (Lúcio), todos os outros, incluindo o seleccionador (Fernando Peyroteo), eram africanos.


O jogo era de qualificação para o Mundial e a Inglaterra acabaria por ganhar (2-0). Portugal mandou quatro bolas ao poste, duas delas foram remates de Eusébio. Foi o seleccionador inglês Walter Winterbottom que avisou o jogador que estava encarregado de o marcar: “Tem cuidado com o Pantera Negra” – mais tarde, seria um jornalista inglês, Desmond Hackett, a cunhar esse nome no “Daily Express” após a final de Amesterdão, com o Real Madrid.

O jogo de Wembley foi a 25 de Outubro de 1961. Menos de um ano antes, em Dezembro de 1960 (15 ou 17, consoante as versões), chegava à metrópole proveniente de Lourenço Marques “o disputadíssimo Eusébio”, como escrevia o jornal “A Bola” de 17 de Dezembro. “Faço qualquer um dos postos do ataque menos o de avançado centro”, contou ao jornalista de “A Bola”, Cruz dos Santos, que era o único jornalista à sua espera no Aeroporto da Portela. “Chegou com um ar muito tímido. Fui com um sobretudo quentinho que tinha comprado em Edimburgo uns meses antes e o Eusébio apareceu-me com uma roupinha muito de Verão, uma gravatinha, com um ar muito modesto”, recorda o jornalista. É acsua primeira fotografia na metrópole: Eusébio de fato e gravata, com Cruz dos Santos ao lado, a tirar notas num bloco. Eusébio embarcara em Lourenço Marques com nome de mulher: Ruth Malosso.

Tinha 18 anos, fama de prodígio, pronto para conquistar o mundo. Um mundo que seria dele pouco depois. Basta dizer um número: 546, os golos que marcou pela selecção portuguesa e ao serviço dos clubes por que passou. Pelo Benfica, foram 473, em 440 jogos oficiais. Mais números: sete vezes o melhor marcador do campeonato português, três vezes o melhor marcador da Taça dos Campeões. Cometeu a proeza de marcar 32 golos em 17 jogos consecutivos, tendo ainda conseguido marcar seis golos no mesmo jogo em três ocasiões. O guarda-redes que mais golos seus sofreu foi Américo, do FC Porto (17).

Dos craques do passado, talvez seja Eusébio aquele que melhor se adaptaria ao futebol de qualquer época, mesmo ao mais calculista e táctico do nosso presente, menos atacante e ingénuo do que no tempo de Eusébio. O seu poder físico, potência de remate, técnica e capacidade goleadora fariam dele uma estrela em qualquer equipa de qualquer era. Só no final de carreira, com os joelhos em más condições (só no joelho esquerdo sofreu seis operações) é que saiu de Portugal, onde era património de Estado. Eusébio seria um Cristiano Ronaldo apresentado no Santiago Bernabéu perante dezenas de milhares de adeptos. Eusébio esteve lá em 2009 para apresentar Ronaldo ao Real Madrid, ao lado de Alfredo di Stéfano, que sempre foi o seu grande ídolo. As palavras de Don Alfredo, o argentino feito espanhol, não podiam ser mais verdadeiras. “Isto, serias tu.”

Os primeiros anos

Eusébio da Silva Ferreira nasceu a 25 de Janeiro de 1942, o quarto filho de Laurindo António da Silva Ferreira, um angolano branco que trabalhava nos caminhos-de-ferro de Moçambique, e Elisa Anissabeni, uma mulher moçambicana. Foi na Mafalala, bairro pobre na periferia de Lourenço Marques (actual Maputo) que Eusébio começou a dar uns pontapés em bolas de trapos sem ligar muito à escola. “A minha mãe não gostava nada que eu andasse enfronhado no futebol, apertava comigo, que me importasse com a escola e me deixasse dos pontapés na bola, mas eu não sei explicar, havia qualquer coisa que me puxava, sentia um frenesim no corpo que só se satisfazia com bola e mais bola. O resultado disto era uns puxões de orelhas bem grandes e, uma vez por outra, umas sovas que não eram brincadeira nenhuma”, recordava Eusébio numa entrevista ao jornal “A Bola”.

No bairro onde viveram o poeta Craveirinha e os antigos presidentes de Moçambique Joaquim Chissano e Samora Machel, Eusébio ganhava os berlindes aos amigos apostando que conseguia dar X toques seguidos numa bola. Entre os jogos de futebol na rua e a presença intermitente na sala de aula, Eusébio sofreu uma tragédia precoce. Aos oito anos, ficava órfão de pai, vítima de tétano. “Segundo a minha mãe, o meu pai era muito bom jogador de futebol”, disse numa entrevista. Ficava Dona Elisa, os quatro rapazes (Jaime, Alberto, Adelino e Eusébio) e uma rapariga (Lucília). Num segundo casamento, Elisa teria mais três filhos (Gilberto, Inocência e Fernando).

Foi na Mafalala que conheceu a sua primeira equipa, “os Brasileiros”, “um clube de pés-descalços” em que os jogadores adoptavam nomes dos craques brasileiros. Eusébio era Pelé, ano e meio mais velho que o moçambicano. Em 1958, Eusébio tinha 16 e Pelé 17 quando o Brasil foi campeão mundial na Suécia, a equipa que também tinha Didi, Zagallo e Garrincha. Todos tinham as suas contrapartes no FC Os Brasileiros.

Mas onde Eusébio queria jogar era no Desportivo de Lourenço Marques, filial do Benfica, clube do qual o pai era adepto. No Desportivo não o aceitaram porque era “franzino, pequenino” – Eusébio contou que esse treinador foi, depois, despedido. Também no Ferroviário o recusaram. O mesmo erro não cometeu o Sporting de Lourenço Marques, filial moçambicana do Sporting Clube de Portugal, que ficou com ele de imediato, depois de ter ido fazer testes com um grupo de rapazes do bairro. Mas Eusébio impôs uma condição: ou ficam todos, ou não fica nenhum. Ficaram todos.

O Sporting Laurentino insistia, mas Eusébio resistia porque aquele não era o seu clube, nem o do seu pai, apesar das insistências de Hilário da Conceição, seu vizinho na Mafalala e futuro defesa-esquerdo do Sporting e da selecção portuguesa – Hilário, dois anos mais velho que Eusébio, foi o primeiro jogador negro a jogar no Sporting de Lourenço Marques e iria para Lisboa primeiro que o “Pantera Negra”. Eusébio acabou por ir contrariado para os “leões” de Lourenço Marques. “Ninguém do meu bairro gostava do Sporting. Porque era um clube da elite, um clube da polícia, que não gostava de pessoas de cor”, contou mais tarde. Começou nos juniores, passou rapidamente para os seniores e estreou-se contra o “seu” Desportivo. Não queria jogar, mas jogou. Marcou três golos e chorou. Tinha 17 anos. O Sporting foi campeão regional com 30 remates certeiros de Eusébio, a quem o clube tinha arranjado um emprego como arquivador numa empresa que fabrica peças para automóveis.

Eusébio era um fenómeno na colónia e, na metrópole, já se ouvia falar dele. Portugal era o sonho dos jogadores nas colónias portuguesas em África e Eusébio não era excepção. E era um sonho muito possível. África era um grande fornecedor de jogadores para os clubes e selecção portuguesa. Os pretendentes eram muitos. Sporting, Benfica, Belenenses e FC Porto queriam Eusébio. Guttman já tinha ouvido falar dele, através de um brasileiro que o tinha visto jogar em Lourenço Marques. Os clubes começaram a movimentar-se, mas foi o Benfica quem chegou lá primeiro. Ofereceu 110 contos a D. Elisa, que deu a sua palavra de que o filho iria jogar no Benfica de Lisboa.

O Sporting terá oferecido mais depois, mas palavra dada era sagrada e a mãe de Eusébio não voltou atrás. Para além do mais, o Sporting queria Eusébio à experiência. “Eu já estava no Sporting e o presidente, sabendo que eu era muito amigo do Eusébio, chamou-me para lhe pedir para vir fazer testes. Ele respondeu, ‘Estás a ver o Seminário [peruano que jogou no Sporting entre 1959 e 1961, conhecido como o “expresso de Lima”]? Eu dou-lhe avanço a marcar golos. Querem experimentar o quê?”, recorda Hilário.

Tavares de Melo, talhante e representante do Benfica em Lourenço Marques, coordenou toda a operação. Depois de garantido o acordo de Eusébio e de D. Elisa, o objectivo era colocar o jogador na capital o mais depressa possível e sem que os adversários soubessem. Fez Eusébio embarcar com nome de mulher e terá feito chegar um telegrama ao Sporting lisboeta comunicando que o jovem jogador iria de barco para a capital. Por isso é que, quando Eusébio aterrou às 23h30 no aeroporto de Lisboa, apenas estavam lá representantes do Benfica (e o jornalista de “A Bola”) à espera dele. Do lado “leonino” falou-se de rapto, Eusébio sempre negou esta tese: “Eu só assinei contrato com o Benfica. Só quando aterrei aqui é que se começaram a inventar raptos. O contrato com o Benfica até dizia que, se não me adaptasse em Lisboa, o clube podia recuperar o dinheiro.”

A chegada ao Benfica

Quando Eusébio, menor de idade, chegou a Lisboa, o Benfica já estava nos quartos-de-final da Taça dos Campeões Europeus. “Não gosto de jogar a avançado-centro”, foram as suas primeiras palavras, depois de uma viagem de “Portugal para Portugal”, como escrevia o jornal “A Bola” de 17 de Dezembro de 1960. Foi directo para a Calçada do Tojal, em Benfica, para viver no Lar do Jogador, onde estavam alojados os futebolistas “encarnados” que eram solteiros e que tinha hora de recolher obrigatório para os seus hóspedes. José Torres, dois anos mais velho, foi o seu anfitrião, eles que, pouco depois, fariam uma dupla temível no ataque do Benfica e da selecção nacional.

Mas Eusébio ainda não podia jogar, apesar de impressionar nos treinos. Bela Guttman, o treinador, chamou-lhe o “menino de oiro” da primeira vez que o viu. O processo de transferência de “Ruth” ainda não tinha acabado. Eusébio tinha contrato assinado com o Benfica, mas ainda não tinha a carta de desobrigação que teria de ser passada pelo Sporting de Lourenço Marques, ainda empenhado na ida do jogador para os “leões” de Lisboa. A batalha jurídica é longa. Os lados esgrimem argumentos e o tempo vai passando, sem que haja uma decisão definitiva. Na Taça dos Campeões, o Benfica ultrapassa o Aarhus, da Dinamarca, e o Rapid de Viena, da Áustria, e com Eusébio sempre integrado na comitiva.

A final será contra o Barcelona, em Berna, a 31 de Maio. O Benfica manda Eusébio para um hotel em Lagos, para o esconder dos jornalistas e de outros pretendentes. A 12 de Maio, cinco meses depois de sair de Moçambique, o desfecho: Eusébio já é jogador do Benfica, que paga por ele 400 contos, mas não poderá defrontar a formação catalã devido aos regulamentos da União Europeia de Futebol (UEFA).

Ele não irá à Suíça, mas vai estar no jogo de despedida do Benfica antes da final, na Luz, frente ao Atlético, um futuro titular numa equipa quase só de reservas. A 23 de Maio, primeiro jogo pelo Benfica, primeiros golos, três, tal como a sua estreia pelo Sporting de Lourenço Marques. Minutos 11, 76 e 80, o do meio o primeiro penálti que marcou. Os benfiquistas estavam lá para ver o “disputadíssimo”. “Quando entrei e se me deparou uma multidão que gritava o meu nome, num testemunho de confiança que nunca esqueci, fiquei tonto. Ninguém imagina como estava nervoso”, contou Eusébio na sua biografia.

A equipa seguiu para Berna e conquistou o primeiro dos seus dois títulos europeus, com uma vitória por 3-2 sobre o Barcelona. Eusébio ficou em Lisboa e, no dia seguinte à final europeia, fazia a sua estreia oficial pelo Benfica, na segunda mão dos oitavos-de-final da Taça de Portugal no Campo dos Arcos, frente ao Vitória de Setúbal. Eusébio seria titular e marcaria o único golo “encarnado” nesse jogo que os sadinos venceriam por 4-1, anulando a desvantagem de 3-1. Nessa época, ainda houve tempo para se estrear no campeonato, na Luz frente ao Belenenses, ao lado dos senhores José Augusto e Coluna. Eusébio marca o segundo de uma goleada por 4-0 e ganha o direito a ser campeão.

O que Eusébio perdeu nesses primeiros meses foi largamente compensado na década e meia seguintes. Com Eusébio na equipa, o Benfica foi 11 vezes campeão em 15 anos. O moçambicano foi sete vezes o melhor marcador do campeonato português, duas vezes o melhor goleador da Europa. Conquistou mais cinco Taças de Portugal e um título de campeão europeu de clubes. Ao todo, foram 17 títulos pelo Benfica: 11 campeonatos, cinco taças de Portugal e a Taça dos Campeões. Foi ainda o primeiro português a ser considerado o melhor jogador da Europa, em 1965. Depois dele, só Figo, em 2000, e Cristiano Ronaldo, em 2008.

Em 1961/62, a sua primeira época “a sério”, Eusébio ainda não está entre os cinco mais utilizados por Bela Guttman, mas já é o melhor marcador, com 29 golos em 31 jogos, mais do que o consagrado José Águas (26). O Benfica não seria campeão (terceiro lugar, atrás de Sporting e Benfica), mas esta seria uma época histórica, a do Benfica bicampeão europeu, na final de Amesterdão, frente ao Real Madrid. Eusébio enfrentava o seu ídolo de infância, Alfredo di Stéfano. Na primeira das quatro finais que haveria de jogar na sua carreira, Eusébio marcou dois golos (os dois últimos e decisivos) naquele triunfo emocionante por 5-3, em que o Benfica chegou a estar a perder por 2-0 e 3-2.

O jovem moçambicano de 20 anos “destruía” a lenda hispano-argentina “merengue”, 16 anos mais velha, mas manteve a deferência para “don” Alfredo, como mantinha para os seus companheiros de equipa mais velhos. “Tinha dito ao senhor Coluna para pedir ao senhor Alfredo do Stéfano para me dar a camisola. E consegui. Ele sabia lá quem era o Eusébio! Quando ganhámos, fui a correr para junto dele. Ele deu-me a camisola e ficou com a minha. Nessa altura roubaram-me o fio da minha mãe, os calções, mas consegui guardar a camisola nas cuecas. Apareço numa fotografia com uma mão à frente: estou a defender a camisola.”

O Mundial de Inglaterra

Eusébio precisou apenas de nove golos em cinco jogos pelo Benfica para se estrear na selecção portuguesa, por quem haveria de disputar 64 jogos (41 golos). O adversário era o fraco Luxembrugo e estava em causa a qualificação para o Mundial de 1962, no Chile. Peyroteo, antigo avançado do Sporting e membro dos famosos “cinco violinos”, estreava-se como seleccionador. A equipa era totalmente de Lisboa, um jogador do Belenenses, cinco do Sporting e cinco do Benfica, Eusébio era um deles.

A 8 de Outubro de 1961, um domingo, no Estádio Municipal do Luxemburgo, o herói foi outro. Adolphe Schmit, médio que nunca foi mais alto na sua carreira do que a segunda divisão francesa, marcou os três primeiros golos do jogo em 57 minutos. Portugal só reage aos 83’, com o primeiro golo de Eusébio ao serviço da selecção nacional, mas a selecção do Grão-ducado repõe as diferenças no minuto seguinte. Yaúca, o único do Belenenses, fixou o resultado em 4-2. A derrota humilhante e inesperada afastou a selecção portuguesa do Mundial e o jogo seguinte, em Wembley, frente à Inglaterra (o tal em que Eusébio passou a ser o “pantera negra”), seria para cumprir calendário.

Três anos e meio depois, Portugal iniciava nova campanha para o Mundial de futebol, que seria em Inglaterra. Eusébio marcou sete golos na qualificação, um deles deu uma vitória surpreendente e dramática em Bratislava frente à poderosa Checoslováquia, vice-campeã mundial. Pela primeira vez a selecção portuguesa chegava à fase final de uma grande competição internacional. Comandados por Manuel da Luz Afonso e Otto Glória, os portugueses iam a Inglaterra com algum crédito. E com Eusébio, considerado no ano anterior como o melhor jogador europeu.

Eusébio ficou com o número 13 e a campanha com um triunfo em Old Trafford, o estádio do Manchester United, sobre a Hungria por 3-1, o único jogo do Mundial em que Eusébio não marcou qualquer golo. Depois, foi a história que bem se conhece. De novo em Old Trafford, Eusébio marcou o golo do meio no triunfo sobre a Bulgária. Seguia-se o Brasil de Pelé, no Goodison Park em Liverpool. Pelé ficou a zeros, Eusébio marcou dois e subiu ao trono de rei do Mundial. Portugal derrotava o campeão vigente e avançava para os quartos-de-final.

O jogo seria em Middlesbrough, o adversário seria a Coreia do Norte, uma equipa que também estava a ser uma sensação, depois de ter deixado a Itália de fora. Os "baixinhos com as caras iguais" (o mais alto tinha 1,75m), como disse um dia José Augusto, um dos membros da equipa portuguesa, começaram por surpreender os "Magriços" de forma bastante afirmativa, colocando-se a vencer por 3-0. Mas Portugal tinha Eusébio, que, quase sozinho, destruiu os asiáticos, marcando quatro golos na partida dos quartos-de-final que terminaria em 5-3 para Portugal.

O golo que concretizou a reviravolta, o do 4-3, ainda hoje é mostrado nas escolas do Ajax de Amesterdão, aquela cavalgada de Eusébio desde o meio-campo até à área norte-coreana, onde só foi parado em penálti. “A bola está meio metro à frente dos meus pés. Parece que tenho cola. E eu aumento a velocidade, meto as mudanças. Dei 17, 18 toques desde que o Coluna me entrega a bola. Sofro uma pancada à entrada da área, mas continuo, porque nunca fui de me atirar para o chão. Só que, depois, chega outro que me dá uma sarrafada... Penálti!”, foi como Eusébio descreveu o lance em entrevista ao “Expresso”.

Na sua primeira presença em Mundiais (seria a única até ao México 86), Portugal já estava entre as quatro melhores. Seguia-se a anfitriã Inglaterra. O jogo era para ser em Liverpool, de novo no estádio do Everton, mas, com o acordo da Federação Portuguesa de Futebol, mudou-se para Wembley e foi a selecção portuguesa que teve de mudar de base. Segundo contou Eusébio, a federação não era obrigada a aceitar a mudança, mas deu o consentimento a troco de compensação monetária. Mais uma viagem depois do duro jogo com a Coreia e as pernas dos portugueses já não estavam tão frescas para evitar o desaire por 2-1.

“A nossa federação vendeu-se e pronto”, acusou Eusébio, que marcou, de penálti, o golo português. Sem poder discutir o título, os “Magriços” ganharam o jogo de consolação para o terceiro lugar, contra a URSS, por 2-1. Um golo de Eusébio, que foi o melhor marcador do torneio, com nove golos. Duas imagens ficaram deste Mundial de 66: Eusébio a ir buscar a bola à baliza coreana, um gesto simbólico para a reviravolta que acabaria por acontecer; Eusébio a chorar após a derrota com a Inglaterra, quando já nada havia a fazer.

Património de Estado

Eusébio foi grande num tempo em que o futebol era diferente. Em que o futebol português era diferente. Em tudo. Nas rivalidades, nos hábitos, nos comportamentos. “Às segundas-feiras juntávamo-nos todos – do Sporting, do Benfica, do Belenenses -, almoçávamos frango assado no Bonjardim e depois íamos ao cinema. E andávamos sempre de metro ou de eléctrico, porque era mais barato. As pessoas paravam na rua só para nos verem juntos. Para tirar a carta tive de pedir autorização à minha mãe: ´Mas você vai tirar a carta porquê? Não há aí machimbombo [autocarro]’?”

Cinco anos depois de chegar a Portugal, Eusébio casou-se com a sua namorada, Flora (conheceram-se dois anos antes), em 1965, no evento que a revista “Flama” (que fez capa com Flora vestida de noiva) descreveu como “O remate final é o amor”. Tiveram duas filhas, por esta ordem, Sandra e Carla, respectivamente em 1966 e 1968. Foram fazendo vida em Lisboa, apesar das muitas propostas que Eusébio ia recebendo de grandes clubes. Mas o regime não o deixava sair. Salazar considerava-o património de Estado e isso, como o próprio o admitiu várias vezes mais tarde, impediu-o de ganhar muito dinheiro.

Eusébio fez o seu último jogo pelo Benfica a 29 de Março de 1975. Foi no Estádio da Luz, frente ao Oriental, vitória por 4-0, nenhum dos golos marcados por Eusébio. O último de “encarnado” marcara-o uma semana antes, no Bonfim, ao Vitória de Setúbal. Nessa época, Eusébio fez apenas 13 jogos (dois golos), entre o campeonato e a Taça das Taças, a sua pior época desde a primeira, a de 1960/61 (dois jogos), menos de um terço dos jogos oficiais do Benfica.

Já depois da revolução de 25 de Abril de 1974, o clube “encarnado” deixou-o sair e Eusébio juntou-se a uma das maiores colecções de craques da história do futebol, a North-American Soccer League (NASL), todos eles seduzidos pelos dólares norte-americanos. Pelé, Franz Beckenbauer, George Best, Johan Cruijff, Carlos Alberto, Teo?lo Cubillas, Gordon Banks, Gerd Muller, Carlos Alberto, Graeme Souness. Eusébio não foi o único português nos EUA. Acompanhou-o Simões, a quem sempre chamou o seu “irmão branco”. No país onde o futebol não é “football”, mas sim “soccer”, a NASL conseguiu impor, por alguns anos, o futebol como desporto de massas, assente no princípio de que grandes estrelas dão grandes espectáculos e que grandes espectáculos (isto é especialmente verdade na América) atraem sempre muito público.

Eusébio era, de facto, uma estrela global, mas não foi desta que conseguiu jogar na mesma equipa de Pelé. Foram, novamente, adversários, como tinha acontecido em outras ocasiões. Pelé ficou no Cosmos de Nova Iorque, Eusébio foi para Boston, onde havia (e há) uma grande comunidade portuguesa. “Os grandes jogadores não podiam jogar na mesma equipa, era para ter ido para o Cosmos, mas fui para Boston. Com o mesmo contrato e a ganhar muito bem. Tinha casa, motorista. Até nos davam guarda-costas”, contou.

Em 1975, nos Minutemen, onde estavam muitos portugueses para além dele (Simões, Jorge Calado, Fernando Nélson e Manaca), Eusébio fez sete jogos e marcou dois golos – o jogo de estreia foi contra o Cosmos de Pelé. Bem melhor foi o ano de 1976, ao serviço dos Toronto Metro-Croatia, em que Eusébio marcou 13 golos e conduziu a formação canadiana ao título da NASL. Na passagem pelo continente americano, Eusébio esteve ainda no Monterrey, do México, nos Las Vegas Quicksilvers e nos New Jersey Americans.

Nos intervalos da aventura americana, Eusébio regressava a Portugal, não para descansar, mas para manter a forma e ganhar mais alguns escudos. Foi assim que jogou no Beira-Mar os seus últimos minutos e marcou os seus últimos golos na primeira divisão portuguesa e foi assim que andou pela segunda divisão a fazer carrinhos pelo União de Tomar, o seu último clube em Portugal. Eram contratos de curta duração. Eusébio e Simões, os irmãos, jogaram juntos até ao fim. Eusébio ainda teve a hipótese de jogar no Sporting, por convite de João Rocha, antes de ir para Aveiro.

No Beira-Mar, Eusébio teve o seu último contacto com o principal escalão do futebol português. Não com a camisola encarnada do Benfica, mas com o equipamento amarelo e negro da equipa aveirense. Pagavam-lhe 50 contos por mês. Dois momentos são importantes nesta breve passagem por Aveiro. Quando defrontou o rival Sporting e o seu clube do coração, o Benfica. Foi contra os “leões” que marcou, a 6 de Março de 1977, o seu último golo na primeira divisão, confirmando o Sporting (a par do Belenenses) como a maior “vítima” dos seus remates certeiros, 24.

Dois meses antes, tinha defrontado as “camisolas berrantes”, como lhes chamava Luís Piçarra na canção que serve como hino das “águias”. Tal como acontecera 20 anos antes em Lourenço Marques, Eusébio tinha de jogar contra si próprio. A 5 de Janeiro de 1977, Eusébio-Benfica, no Estádio Mário Duarte, em Aveiro, a contar para a 12.ª jornada do campeonato. Eusébio não iria ser profissional. “Já tinha avisado o treinador do Beira-Mar, o Manuel de Oliveira, que não ia rematar à baliza. Quinze minutos antes do jogo, fui ao balneário do Benfica e avisei para que não se preocupassem, pois não ia marcar golos. [No jogo] não rematei, não marquei faltas nem grandes penalidades. Andava lá no campo só a passar a bola aos outros.”

Com o jogo empatado 2-2, o Beira-Mar beneficia de um livre à entrada da área que seria mesmo ao jeito de Eusébio. Mas o “Pantera Negra” recusou-se a marcar. Palavra a António Sousa, futuro do FC Porto e do Sporting e internacional português, então um jovem a dar os primeiros passos no Beira-Mar. “O sentimento dele era enorme e jogar contra a equipa do coração e da vida foi marcante para ele. Porventura o mal-estar dele em relação ao próprio jogo era porque ele gostava de ganhar. O facto de o Eusébio não marcar um livre e dizer para eu marcar é sinónimo disso.” Sousa atirou por cima e o jogo acabou empatado.

Depois do Beira-Mar e de mais uma temporada nos EUA, Eusébio foi para o União de Tomar, da segunda divisão. Estreou-se com a camisola vermelha e negra do União a 1 de Dezembro de 1977, frente ao Estoril. Em 12 jogos disputados pelo clube ribatejano, marcou três golos, mas, nesta fase, ele já não era um avançado. Andava mais pelo meio-campo, tal como António Simões. “O nosso estilo era diferente. Já não tínhamos pernas para lá ir, ficávamos mais no meio-campo. Mas o Eusébio, nos livres era igual”, recorda Simões. Em Tomar, até carrinhos fazia.

De Tomar para Buffalo. Buffalo é relevante na vida de Eusébio? É e não é. Em toda a sua carreira é apenas uma nota de rodapé, mas é nesta cidade do estado de Nova Iorque que o irá cumprir os seus últimos jogos. A camisola dos Buffalo Stallions, equipa da Liga indoor norte-americana, será a sua última. Fica o registo do rendimento de Eusébio, veterano avançado de 38 anos e com os joelhos em mau estado, em 1979-80, a sua última época: cinco jogos e um golo.

Quando deixou de ser jogador, Eusébio nunca quis ser treinador principal. Foi ficando pelo Benfica, como adjunto, para ensinar uns truques a diferentes gerações de futebolistas. Por exemplo, como marcar golos estando atrás da baliza, um truque que tinha começado numa aposta com Fernando Riera. Eusébio apostou um fato com o treinador chileno em como conseguia marcar três golos em dez tentativas. O desfecho foi o mesmo das vezes em que apostava berlindes com os outros miúdos da Mafalala. Ganhou.

A lenda foi-se mantendo intacta. “King” em todo o mundo. Ninguém melhor para servir de embaixador do Benfica e de Portugal. Mas o homem passou um mau bocado nos últimos anos de vida, uma decadência natural da idade mas acelerada por alguns excessos. Os seus últimos tempos foram uma constante de alertas médicos e idas para o hospital, que sempre terminavam com um sorriso e a garantia de que tudo estava bem.

Quando fez 70 anos, numa festa com centenas de convidados, Eusébio já era um homem debilitado, de poucas palavras. Mas fazia questão de acompanhar a selecção para todo o lado e estava lá, no Euro 2012, para ver a sua contraparte do século XXI, Cristiano Ronaldo, conduzir a equipa portuguesa até às meias-finais – ao contrário de Ronaldo, Eusébio nunca foi capitão, apenas desempenhou essa função episodicamente. Eusébio sentiu-se mal após o jogo com os checos e já não estava na Ucrânia quando a selecção portuguesa foi eliminada pela Espanha nas meias-finais.


Ele era o homem que todos os guarda-redes temiam, mas também era aquele que cumprimentava os guarda-redes que defendiam os seus remates que pareciam indefensáveis. Ele era o homem que gostava de jazz e de caril de marisco, que almoçava quase diariamente no seu restaurante preferido desde que chegou a Lisboa em 1960, a Adega da Tia Matilde. Foi objecto de uma banda desenhada, de músicas com o seu nome no título e no refrão, de uma longa-metragem, de inúmeras homenagens e distinções, sempre nas listas dos melhores de sempre. Essa é uma equipa onde nunca será suplente.
in Público

Greves à portuguesa

por A-24, em 02.01.14
João Miguel Tavares

Pelas minhas contas, neste final de ano estiveram em greve: os trabalhadores da Carris, os trabalhadores dos Transportes Sul do Tejo, os trabalhadores da CP, os trabalhadores da Groundforce, os pilotos da easyJet, os trabalhadores da recolha do lixo de Lisboa, os trabalhadores do sector da hotelaria na Madeira, os trabalhadores dos CTT e, hoje de manhã, os trabalhadores do Metro.

É possível que me esteja a faltar alguma coisa. E é também possível que a expressão “greve”, na maior parte destes casos, seja francamente exagerada – até porque dá mau nome a um direito fundamental dos trabalhadores, que ao longo da história foi conquistado à custa de muito sangue, suor e lágrimas.

“Greve” é aquilo que Lech Walesa promoveu nos estaleiros de Gdansk na Polónia de 1980. “Greve” é aquilo que os trabalhadores dos caminhos-de-ferro fomentaram na América de finais do século XIX. “Greve” é aquilo que os mineiros britânicos organizaram na Inglaterra de Margaret Thatcher – correu-lhes mal, mas foi uma greve. Meses de luta, braços de ferro desesperados, um verdadeiro combate por direitos e privilégios, em que qualquer pessoa sabia o que estava em causa e por que raio aquela gente estava a lutar. Já nestas greves à portuguesa, em que os grevistas miraculosamente se unem para aproveitar pontes, épocas festivas ou fins-de-semana prolongados, utilizando os mais estapafúrdios argumentos, talvez seja preferível chamar-lhes “dias de férias não-remunerados”.

E antes que algum leitor mais afoito me comece a acusar de querer acabar com o direito à greve, deixem-me assegurar que eu quero o exacto oposto disso. Quero que as greves tenham significado, quero que as greves sejam valorizadas, e quero compreender, já agora, porque é que elas ocorrem. Há dias ouvi, com dificuldades em acreditar, um sindicalista dos CTT justificar a greve com estas palavras: “agora, com a privatização, nós não sabemos o que vai acontecer”. Ele não sabia se ia ser bom ou se ia ser mau. Mas, pelo sim, pelo não, fazia greve na mesma. Outro sindicalista, de um sector dos transportes, justificava a greve com a entrada em vigor do Orçamento de Estado. Não era nada que o seu patrão lhe tivesse feito ou lhe estivesse a dever. Era uma greve, tipo, contra a fiscalização sucessiva.

Isto tem um nome: banalização da greve. E não traz vantagens a ninguém. Deixem-me citar o início de uma notícia do PÚBLICO de há mês e meio: “Mais de metade do mandato do actual Governo foi passado com greves nos transportes. Desde que o executivo tomou posse, em Junho de 2011, os sindicatos convocaram quase 500 dias de protestos, na maioria parciais ou incidindo apenas sobre o trabalho extraordinário.” Primeira pergunta: os trabalhadores ganharam alguma coisa com isto? Segunda pergunta: o Estado, que é o patrão desses trabalhadores, perdeu alguma coisa com isso? A triste resposta a estas duas perguntas é: não. Os trabalhadores não ganharam nada e os empregadores, que são deficitários de qualquer forma, até pouparam uns trocos em ordenados.

E assim sendo, que greves são estas, afinal? São para levar a sério? Não. São greves de brincadeirinha, em que quem se lixa é o mexilhão – ou seja, o utente. Se alguma das partes estivesse realmente convicta do que está a fazer, se uns sentissem que ganhavam alguma coisa e outros que poderiam perder alguma coisa, nada se passaria assim. Estas greves à portuguesa são pura encenação. Muito democráticas, certamente. Mas absolutamente inúteis.

Viaje para África sem sair da Europa!

por A-24, em 02.01.14



Podia ser o novo lema do turismo português. Em Lisboa e arredores, africanos não faltam. Agora existe também o esplendor do lixo a fazer lembrar Abidjan, Bangui ou outra qualquer cidade de um país governado por uma elite de corruptos. O turista estrangeiro pode vir até à capital sem correr o risco de apanhar malária ou disenteria - por enquanto - e gozar do exotismo africano. O que se passa em Lisboa é notável. Chamasse-se o presidente da câmara Santana Lopes e já tinha sido crucificado, flagelado e tudo o mais. Já teríamos ouvido apelos indignados a sugerir aos cidadãos que despejassem o lixo à porta da casa do edil. Como o lugar está ocupado por A. Costa (não confundir com Afonso Costa), não se passa nada. Umas notícias inócuas, uns apelos da DGS para que os cidadãos guardem o lixo em casa - talvez na banheira, no quarto dos miúdos, etc. É assim a docilidade da comunicação social lusita quando estão em causa os seus.


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